Cuando te vayas nada cambiará…
te volveré a ver cada apacible mañana,
intentaré descifrar que piensan esos ojos grises,
ese mirar templado que no tiene horizonte,
ese semblante amable y pausado,
ese rostro noble y delicado,
esas manos pálidas y fuertes,
ese alma limpia y perfilada,
ese corazón de latidos eternos
y de calma perenne. Sigue leyendo «Cuando te vayas»