Este poema,
no es el poema más hermoso del mundo,
ni espera jamás serlo,
porque la poesía no busca premios,
sólo manifestar con belleza sentimientos,
ahondar en frágiles memorias borradas,
acompañar a los alisios y sus lamentos,
suplicar que vuelvas cada mañana,
amar cada uno de tus fragmentos.